Es una canción con un estilo pop rock bien definido, que nos presenta una dualidad perfecta entre energía y nostalgia, con un sonido que atrapa desde que presionas play. Las guitarras te envuelven en su melodía potente, feroz y sensible, con un ritmo muy pegajoso y dinámico, mientras que la cabeza se mueve marcando cada cambio. Es un torbellino intenso pero no invasivo ni estridente, además cuando comienza a sonar la voz, no podemos evitar sentir una cercanía con el vocalista, porque interpreta y canta cada palabra de una forma muy honesta y accesible, pero sin perder nada de fuerza ni contundencia.
La letra también combina dos sentimientos muy reconocibles para todos quienes alguna vez hallamos sufrido por amor, no importa si fue poco o mucho, simplemente pasa que esta canción encapsula la tristeza de recordar momentos anteriores al lado de una persona con quien éramos felices y también la añoranza que viene después de terminar, donde aún tenemos un tipo de esperanza por retomar la relación y volver a sentirnos a gusto.
Lucas mira sigue deslumbrando con su talento y estilo únicos que desbordan pasión con cada nota.
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