Desde Reino Unido, Martin Packwood nos sorprende con esta explosión enérgica y alegre de rock instrumental, en dónde sin lugar a dudas las guitarras son el alma central de este tema. Martin nos regala riffs potentes y solos fluidos, con un estilo que en ocasiones nos recuerda al rock progresivo pero sin caer en experimentos abstractos, aquí todo es armonía perfecta. Hay un equilibrio entre técnica y emotividad, lo cual resulta en una experiencia vibrante, que despierta en nosotros sensaciones de entusiasmo y vitalidad.
Lo más genial de esta canción, además de el talento y creatividad que están grabados de forma intrínseca en el alma de esta composición, es como los demás instrumentos parecen hacerse a un lado para que la guitarra brille y baile, quienes la escuchamos podamos centrar nuestra atención en su melodía, que se mantiene siempre dinámica pero muy sólida. El sonido conjunto de esta base rítmica, trae a la mente imágenes de ir conduciendo un descapotable a lo largo de una carretera paralela a la costa, durante un perfecto día soleado, en el cual tenemos planes de llegar a una hermosa playa oculta, con arena blanca y donde una apacible marea nos espera.
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